Es un derivado de la sangre del propio paciente. Las plaquetas que viajan por la sangre están repletas de unas citoquinas llamadas Factores de Crecimiento. Estos factores tienen la capacidad de acelerar la reparación de tejidos colágenos como el cartílago articular, tendones y músculos.
Paso a paso: En esta técnica extraen una muestra de sangre del paciente y mediante centrifugación con la tecnología adecuada, aíslan las plaquetas y activan sus factores de crecimiento.
Una vez obtenida esta preparación, el médico lo inyecta dentro de la articulación afectada. Este procedimiento debe repetirse por lo menos una vez cada 15 dias por varias sesiones dependiendo el padecimientos a tratar.
Por provenir de la sangre del mismo paciente, es un producto seguro, no tóxico, sin posibilidades de rechazo ni contagio de enfermedades infecciosas.
El Plasma Rico en Factores de Crecimiento bloquea la degradación del cartílago articular y estimula la regeneración del mismo. Reemplaza al líquido sinovial patológico y reduce significativamente la inflamación lo cual se traduce en disminución del dolor y recuperación de la movilidad.